El postparto es un momento complicado en la vida de las mujeres. Llegar a casa y cuidar de un nuevo ser no es lo más complicado.
Los puntos, el cansancio, el cambio tan grande de rutinas y horarios hacen mella en nosotras. Aquí van algunos cuidados que puedes hacer en casa para que la recuperación postparto sea más fácil y más rápida.
Fundamental: descansar. Aprovecha las horas de sueño del bebé para dormir tú también. Tu cuerpo ha realizado un esfuerzo humano y necesita recuperarse. Además, las noches suelen ser duras.
Come bien. Añade a tu dieta más fibra y proteína. Necesitas energía y, prontamente, perder algún que otro kilo.
No te olvides de ti y dedícate algún mimo: duchas reparadoras, aplicarte tu skincare con calma… esas cosas que nos aportan calma y bienestar.
Vuelve a hacer algo de ejercicio, al principio ligero. Los paseos con el carrito del bebé os vendrán genial a los dos. Cuando notes que te sientes con más fuerza, puedes subir la intensidad. El yoga siempre es un buen aliado.
Para la recuperación postparto en casa, lo fundamental es escucharte y darte tu espacio. Yo aprovechaba las horas en las que los niños dormían para descansar también. Incluí en mi dieta más proteína y fibra y me propuse darme todos los días una ducha reparadora.
Además, daba largos paseos con el carrito para hacer algo de ejercicio ligero y bebía mucha, mucha agua. Sobre todo si estás dando pecho: va a ser fundamental.
Un día, hojeando una revista, vi una entrevista a una mujer famosa que había sido madre. Me impactó lo bien que se veía en las fotos y pensé: “yo también quiero eso”. Hablaba de un tratamiento llamado Mommy Makeover, una intervención quirúrgica que ayudaba a recuperar tu figura después del embarazo y la lactancia. Y pensé: eso es justo lo que necesito.
El Mommy Makeover es una alternativa que cada vez usan más mujeres. Es una forma de recuperación postparto con técnicas quirúrgicas para remodelar el contorno corporal. Principalmente se centra en abdomen y pechos, ambos en una sola intervención.
Es obvio que el abdomen y el pecho son las partes más afectadas después de un embarazo, pero no son las únicas. Hay zonas donde la grasa llega para quedarse, como los brazos, los flancos, las caderas, los muslos…
Hay otro tema que yo creo que sufrimos la gran mayoría de las mujeres, que es la diástasis. Yo, por lo menos, lo tengo, y la verdad es que es bastante fea. Esto también se puede corregir a través de una abdominoplastia.
Y volver a recuperar el estado de la piel también es algo que nos preocupa a muchas. Yo, por ejemplo, con Álex engordé 22 kilos. La piel de mi vientre nunca volvió a ser la misma: se ve flácida y arrugada. Para solucionar esto está la lipoescultura, un tratamiento con el que se consigue hasta un 70 % de retracción dérmica.
Después de comprobar que ciertos cambios no se resolvían solo con ejercicio, cuidados o alimentación, empecé a plantearme otras opciones. Y es que cuando las soluciones convencionales no son suficientes para recuperar la figura después del embarazo, muchas mujeres optan por procedimientos médicos especializados que combinan cirugía y estética de forma segura y eficaz. Es importante realizar este tipo de tratamientos en clínicas con experiencia, preferiblemente ubicadas en ciudades de referencia en cirugía plástica y estética.
Si estás considerando un enfoque integral, puedes valorar realizarte tu Mommy Makeover en Barcelona, una intervención personalizada que combina técnicas como la abdominoplastia, la mastopexia o la liposucción, diseñada específicamente para ayudar a las mujeres a recuperar su cuerpo y autoestima tras la maternidad.
El Mommy Makeover ofrece soluciones para que nuestro cuerpo vuelva a ser el que era. Ahora, acompañado de un precioso ser (o varios), pero sin perder nuestra esencia.
Porque cuidarte también es quererte. Porque la recuperación postparto va más allá de lo físico: es un proceso de reencuentro con nosotras mismas. No se trata de volver a ser exactamente quien eras, sino de sentirte bien en tu nueva versión.
Si sientes que ha llegado el momento, recuperar tu figura no es un capricho, es una forma de bienestar. De volver a mirarte con cariño, con orgullo, con amor. Y eso, también, es parte de ser madre.
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