La dura tarea de desenredar el pelo, más fácil con cepillos desenredantes

Ya os he comentado alguna vez que mi hija Ava ha sacado (la pobre) mi melena crespa e indomable. La genética es caprichosa a veces.

Os confieso que no pierdo la esperanza, ya que aun es pequeña y puede que su cabello cambie y sea más fuerte y denso de aquí a unos meses, eso espero.

Pero de momento cualquier cosa que tenga que ver con su rubia melena ella no lo tolera, no tolera desenredarlo, no tolera las coletas, no tolera las horquillas…

Si por ella fuera iría todo el día con el pelo salvaje y enredado con tal de que nadie lo toque.

Lo que peor lleva es el desenredo y claro, si no desenredas al salir de la ducha y se lo peinas un poco ¨en condiciones¨ pues la niña lleva unas pintas todo el día que son para verla…

Afortunadamente aun me suele quedar a eso de las ocho y media de la tarde, un poquito de paciencia e intento hacerlo con amor, la mayoría de las veces lo consigo.

Otras no, otras se pone a dar vueltas a raparse con la toalla, a llorar y a gritar que no la peine como si en vez de peinarla la estuviera haciendo algún tipo de tortura.

¿Soluciones?

Si, dos. Dos muy buenas con las que de momento en esta santa casa nos hemos olvidado de los gritos nocturno y conseguimos desenredar melenas indomables en cero coma.

La primera un buen aceite capilar que además de ayudar al peinado la aporta brillo y algo de cuerpo.

La segunda un buen, buen, buen cepillo desenredante.

Uno de esos que se desliza por el cabello uno de esos que no da tirones y que se adapte al cuero cabelludo sin raspar, uno de los que se puede usar tanto con el cabello seco como con el cabello mojado.

En definitiva, un buen cepillo.

Ojo, que no es que los que tenia antes fueran malos, que va, simplemente no se adaptaban a la tolerancia que tiene mi hija con el cepillado, que es cero.

Con estos se deja, es más, muchas veces la pillas peinándose sola, peinando a los peluches, peinando incluso a Wolf.

El que usamos es de Termix y es Detangling Colors, el toque de color es otro extra para los niños, eso seguro que lo sabéis.

Ava tiene el rosa y lo ama.

 

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Pero la gama es amplia, de distintos tamaños, en forma de pala, para desenredar extensiones…

Hay un cepillo para cada necesidad, si quieres brillo, los de cerdas de jabalí, si quieres cuidar el cuero cabelludo, la paleta con puntas redondeadas.

Si no quieres mas lloros, gritos y pataletas a ultima hora de la tarde, el que tiene Ava.

Yo, que últimamente tengo la cabeza en otros sitios y no pienso mucho en mi, acabo de descubrir el de las extensiones y ahora estoy con el ansia viva a tope.

Y es que os confieso que algunas veces ni me acuerdo de que las tengo y algunas veces me pego yo solita unos ¨tirones de extensiones¨ que hasta ganas de llorar me dan.