Descubriendo Hialucic, una marca que me crea mucha ternura

Os voy a contar una historia, la historia de Hialucic y como conocí la marca.

Sevilla, marzo de 2015, CosmetikTrip4.

Eran más o menos las cinco de la tarde, y antes teníamos una cita en una de las salas del hotel para conocer más de cerca esta marca valenciana y a sus creadores.

Iba a subir a la habitación a dejar unas bolsas y tomar un poco de agua, cuando en el patio del hotel vi a cinco personas vestidas de azul, no eran uniformes, cada uno llevaba una prenda de ese color.

Vi que Christian estaba hablando con ellos y me acerqué, eran los creadores de la marca.

Vicente Tormo, el alma de la firma y padre de la familia, estaba también su mujer y sus dos hijas, Lucía que además es Ceo de la firma, Laura su otra hija y Chelu, novio de Laura.

Les saludé y desde ese mismo momento me conquistaron.

Y es que en un mundo, a veces un poco frío, como puede resultar el de la cosmética, encontrar a esa familia unida y nerviosa por presentar ante nuestro grupo su firma fue pura ternura.

Subí a la habitación, dejé mis bolsas y bajé expectante a ver que era Hialucic y lo descubrí. Vaya si lo descubrí, de la mano de Vicente que nos dio una charla amena y muy instructiva sobre su crema y sobre el ácido hialurónico.

Vicente es profesor, uno de esos profesores que a todas nos gustaría haber tenido, un hombre apasionado por su trabajo y por la enseñanza, se ve a la legua.

Hialucic nace de su mano en 1983  y empezó como tratamiento para heridas, quemaduras, úlceras y cicatrices.

El salto a la cosmética se dio al ver que la crema ademas podía mejorar el colágeno y la hidratación de la piel.

Y en este punto igual estáis pensando… Bueno, eso lo ofrecen muchas cremas en el mercado, ¿cual es la diferencia?

Para mí hay dos fundamentales.
La primera es que Hialucic no contiene parabenes, colorantes ni conservantes. La fórmula está libre de agua y aceites y no tiene perfume. Esto es algo único en el mercado.

¡La segunda es que sirve para todo!

Para mí es la «Eight Hours» española, pero con el toque natural y con muy buenos resultados en el rostro.

Sirve para quemaduras y lo he comprobado.
El otro día vino una amiga a casa que tenía una quemadura con muy mala pinta, me pidió betadine y yo la di Hialucic, en pocas horas la tenía mucho mejor.

Vale para heridas, mejora el estado de las cicatrices, yo la he estado usando para una cicatriz de una operación que tuve en febrero y se notan mucho los resultados.

Vamos, que es una de esas cremas que hay que tener siempre en casa porque es una todoterreno.

Pero yo, para lo que más la he usado ha sido para el rostro, y eso que no empezamos con muy buen pie.

Y es que aquí servidora es muy de sensaciones, y Hialucic es un gran producto pero no es uno de esos con texturas y olores que te vuelven loca.
Ofrece resultados más que sensaciones.

La primera vez que la usé en el rostro y noté los granulitos no me terminé de convencer. Os confieso que si Vicente y su familia no me hubieran conquistado igual no había sido muy insistente. (Los gránulos lo que hacen es una exfoliación ligera de la piel que mejora mucho su estado)

Pero lo fui, insistente, y me fui acostumbrando a los granulitos y al final hasta me fueron gustando. Fui viendo resultados y oye, me conquistó también.

Y es que aporta a la piel una hidratación tremenda que se traduce en una piel más jugosa y más sana, y además se nota desde las primeras aplicaciones mucha más luminosidad.

Hialucic es de estos productos que ofrecen resultados reales, resultados que te hacen verte más guapa y que al final la tengas que tener siempre cerca.

Ahora la gama Hialucic cuenta con cuatro productos, una crema de 150ml, otra de 50ml, una mascarilla y un neceser de viaje.

Se vende en la tienda online de Hialucic y en algunas, muy seleccionadas tiendas. Si queréis saber en cuál no tenéis mas que preguntarme.

Y para terminar quiero dar las gracias a Vicente y a su familia, porque en una charla de un par de horas me devolvieron ilusión y me hicieron creer de nuevo en cosas en las que había dejado de creer.

¡Gracias!